Los feriados largos, como la Semana Santa, a menudo desembocan en un caos vehicular en las vías hacia los destinos turísticos argentinos, especialmente hacia la costa. Este año, sin embargo, se implementó un operativo exclusivo por parte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) para disuadir el uso indebido de banquinas, conocido como la práctica de los «banquineros».

Desde el miércoles anterior a la festividad, la ANSV puso en marcha un dispositivo especial de control a lo largo de las rutas provinciales 2 y 11. El propósito era sancionar a los conductores que optan por circular peligrosamente por estos espacios no autorizados. A pesar del previsible aumento de tráfico durante el regreso, las autoridades informaron que el número de infractores se había reducido, gracias a la presencia de drones y agentes de control.

Los operativos incluyeron nueve puestos de control fijos, así como el uso de drones que supervisaban las banquinas. Las sanciones por esta infracción oscilan entre los 6.000 y 12.000 pesos. Según declaraciones de la ANSV, la utilización de estos dispositivos de vigilancia ha alentado a los conductores a desistir de acciones ilegales al observar la intensa vigilancia. De acuerdo con el Ministerio de Transporte, los datos preliminares sugieren que la reducción de banquineros fue significativa, en aproximadamente un 56%.

Un episodio notorio que ilustra los riesgos de esta práctica ocurrió cuando un automovilista intentó evadir un control y terminó volcándose en la Ruta 2, cerca de Chascomús. Aunque el accidente fue grave, afortunadamente, los ocupantes del vehículo resultaron ilesos. Este incidente destaca la imprudencia de algunos conductores al optar por atajos peligrosos y contrarios a la ley.

Este cambio en la política de control podría ser un paso importante para mejorar la seguridad vial en Argentina, donde el uso indebido de las banquinas no solo pone en riesgo a quienes las utilizan, sino que también provoca tensiones entre los conductores que respetan las normas. La ley actualmente prohíbe el uso de banquinas, salvo en situaciones de emergencia, y las multas impuestas buscan desalentar esta conducta arriesgada.

La ANSV también ha intensificado otros controles relacionados con la documentación vehicular, instando a los conductores a presentar la documentación requerida en regla, que incluye la licencia de conducir, la revisión técnica y el seguro vigente. Esto es parte de un esfuerzo más amplio por promover una cultura de conducción más responsable y segura.

### Nuevas Perspectivas
La implementación de estos controles podría interpretarse como una respuesta a una creciente preocupación social acerca de la seguridad en las carreteras argentinas, especialmente durante períodos de alta afluencia turística. La conexión entre la regulación de la circulación y la reducción de accidentes podría ser un tema interesante para futuras investigaciones. Además, el comportamiento de los «banquineros» podría ser analizado en el contexto de una mayor falta de seguridad en la infraestructura vial y la presión social contra malas prácticas de conducción.

### Contexto Adicional
Históricamente, el uso de banquinas ha sido un problema reiterativo en las carreteras argentinas, y la nefasta cultura del apuro en estas situaciones ha llevado a múltiples accidentes. En este sentido, el enfoque combinando sanciones y educación vial podría ser clave para erradicar esta mala práctica a largo plazo. Investigaciones futuras podrían explorar cómo la tecnología, como el uso de drones y cámaras de vigilancia, está cambiando la forma en que se abordan los problemas de seguridad vial en diferentes países.

### Preguntas Abiertas
– ¿Cómo podrían inflar las campañas educativas sobre seguridad vial para reducir el uso de banquinas?
– ¿Qué papel juegan la infraestructura y el diseño de las carreteras en el comportamiento de los conductores?
– ¿Qué resultados a largo plazo se podrían esperar de la implementación de operativos de control más estrictos?

Este enfoque presenta una oportunidad no solo de discutir leyes y procedimientos, sino de reflexionar sobre la cultura que rodea la conducción y cómo los hábitos pueden ser transformados hacia una práctica más segura y responsable.