Recientemente, la Legislatura de Buenos Aires está considerando una iniciativa que tiene como objetivo incrementar las multas para quienes conduzcan bajo los efectos del alcohol. Esta propuesta plantea elevar la sanción actual de 200 pesos a 800 pesos. No obstante, este monto seguiría siendo inferior al de las infracciones por mal estacionamiento, que actualmente ascienden a 1.300 pesos. La comunidad ha expresado su preocupación por la necesidad de sanciones más severas destinadas a quienes, al volante, representan un riesgo para los demás, apoyando esta medida diversas organizaciones, incluidas las Madres del Dolor, que abogan por justicia en casos de accidentes viales fatales.
Es importante destacar que la normativa vigente no ha sido actualizada desde el año 2004, lo que ha llevado a una desactualización respecto a las sanciones aplicadas por delitos menores como darle lugar a «trapitos» y la limpieza de ventanas de autos. A pesar de ello, las multas de tránsito han ido ajustándose con base en el costo de la nafta, siguiendo un sistema de indexación automática implementado desde 2013 que se vincula al precio de medio litro de nafta de mayor octanaje. Este método permite una actualización semestral que se adapta a las fluctuaciones del mercado.
Desde su establecimiento, la unidad de referencia de multas, que ha crecido un 683.13% en cuatro años, se ha mostrado sensible a la inflación y, aunque el aumento beneficia la recaudación, muchos se cuestionan si estos montos realmente sirven como disuasivos efectivos para mejorar la seguridad vial en la capital. Por ejemplo, la multa por mal estacionamiento puede duplicarse si el vehículo obstruye rampas para personas con discapacidad. Además de mal estacionamiento, diversas infracciones como la falta de uso del cinturón de seguridad o el uso de dispositivos electrónicos al conductor se castigan con montos que llegan hasta 1.300 pesos.
Para enriquecer el contexto de esta discusión, podría ser útil investigar cómo las políticas de tránsito en otras ciudades han abordado la relación entre sanciones y seguridad. Preguntas como: ¿qué tan efectivo es un sistema de multas que no se actualiza con frecuencia? o ¿cómo varían las tasas de accidentes en diferentes contextos de penalización? podrían ofrecer nuevas perspectivas sobre la efectividad de la legislación actual en Buenos Aires.
Así, la cuestión de las multas de tránsito no se limita a una simple actualización monetaria; abarca un debate más amplio sobre la cultura vial y la responsabilidad ciudadana, así como la efectividad de la legislación en la protección de la vida de peatones y conductores por igual.