Retorno de las Fotomultas en Buenos Aires ante el Aumento del Tráfico
En respuesta al creciente flujo de vehículos tras la flexibilización del aislamiento debido a la pandemia de COVID-19, el gobierno de la provincia de Buenos Aires ha decidido reactivar las fotomultas por exceso de velocidad en los Accesos Norte y Oeste. Esta medida se implementa tras más de 50 días sin controles, que se suspendieron al inicio del confinamiento.
Los nuevos controles se instrumentarán utilizando tanto radares móviles como una serie de 10 cinemómetros fijos que ya están instalados en los puentes de las rutas rápidas. Los límites de velocidad establecidos son de 130 km/h para estas autopistas. Además, se planea extender estos mecanismos de monitoreo a rutas nacionales en diferentes provincias, como Río Negro, Corrientes, Salta y Santa Fe, en un esfuerzo por mitigar los peligros asociados al aumento de la circulación vehicular.
Según informes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), los accidentes de tráfico habían disminuido hasta un 90% durante los meses de marzo, abril y mayo, pero este número ha comenzado a revertirse, lo que coincide con el retorno a la normalidad. Comparado con el año anterior, la reducción de incidentes viales fue del 75%.
El director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano, subrayó que el exceso de velocidad es el principal factor de riesgo en las vialidades y que los accidentes viales pueden contribuir a sobrecargar sistemas de salud ya afectados por la pandemia. “La reducción de la velocidad es una estrategia directa y efectiva para garantizar nuestra seguridad”, agregó Carignano.
Las sanciones por exceso de velocidad oscilan entre 150 y 1000 Unidades Fijas (UF), con una UF valorada en $63.09. El monto mínimo de la multa, si se paga voluntariamente, se establece en aproximadamente $4731.75, después de aplicar un descuento del 50%.
Perspectivas y Contexto
Este retorno a los controles de velocidad no solo representa un intento de mejorar la seguridad vial en un momento crítico, sino que también plantea interrogantes sobre las prioridades y la gestión del tráfico durante la pandemia. La proclividad hacia una mayor rapidez de lesiones viales podría llevar a un impacto significativo en la atención médica y la disponibilidad de recursos hospitalarios, además de la presión sobre los cuerpos de seguridad y emergencias.
Los factores socioeconómicos también juegan un papel crucial aquí. La crisis sanitaria ha suscitado un aumento en la movilidad y una conciencia sobre la seguridad en el tránsito. Esto podría ser un buen momento para profundizar en la investigación sobre cómo las políticas de movilidad pueden adaptarse a nuevas realidades post-pandemia y a la implementación de tecnologías que promuevan una conducción más segura.
Investigaciones Futuras y Preguntas Abiertas
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Impacto a Largo Plazo: ¿Cómo afectará la reintroducción de las fotomultas a la conducta de los conductores en el largo plazo? Sería valioso analizar estudios de caso de otras ciudades que han implementado políticas similares.
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Educación Vial: Existe la oportunidad de incrementar la concienciación acerca de la seguridad vial. ¿Qué programas de educación pueden implementarse para complementar las sanciones?
- Adaptación de Políticas: Con el aumento de automóviles en las calles, ¿cómo se pueden adaptar las políticas de transporte público para ofrecer alternativas viables y así reducir la congestión y los peligros en la carretera?
Este enfoque multidimensional no solo tiene el potencial de contribuir a la reducción de accidentes, sino que también resuena con las necesidades más amplias de una sociedad que busca recuperarse y avanzar después de una crisis sanitaria significativa.