Ajustes en los controles de velocidad en la Provincia de Buenos Aires

En la Provincia de Buenos Aires y especialmente en la autopista Panamericana, los controles de velocidad usando radares fijos y móviles han aumentado significativamente. Después de las vacaciones de verano, los automovilistas están viendo un repunte en estas fiscalizaciones, con multas que han subido hasta un 44% desde la semana pasada. Durante la pandemia, los esfuerzos de control habían sido limitados, sobre todo debido a las restricciones de circulación. Sin embargo, el gobierno provincial ha decidido reanudar y intensificar estas fiscalizaciones, enfocándose ahora en el Conurbano.

Para 2023, las unidades fijas, que sirven como base para calcular las infracciones, han experimentado un aumento notable. En enero, el costo se elevó de $63,09 a $79,90, y a partir del 1 de marzo, el nuevo valor se sitúa en $91. Esto implica que las multas por exceso de velocidad, que pueden abarcar entre 150 y 1,000 unidades fijas, podrían ascender hasta $91 mil. Las infracciones por uso del celular al conducir o circular bajo los efectos del alcohol también han visto incrementos significativos.

La Ley Nº 13.927 establece que el valor de referencia para las multas se vincula directamente con el precio del litro de combustible de mayor octanaje, lo que significa que, a medida que el precio de la nafta aumenta, también lo hacen las sanciones por infracciones. La Dirección Provincial de Política y Seguridad Vial actualiza estos valores cada dos meses, promoviendo una vigilancia más eficaz.

Nuevas Perspectivas

El aumento de las multas y la intensificación de los controles de velocidad podría tener implicaciones más amplias. Por un lado, podría contribuir a una disminución en el número de accidentes en la autopista, fomentando un mayor respeto por las normas de tránsito. Sin embargo, también podrían generar un descontento significativo entre los automovilistas que se sienten agobiados por la repentina subida de tarifas y la percepción de que estos controles son más punitivos que preventivos.

Desde una perspectiva social, es importante considerar cómo la presión para mantener velocidades seguras puede influir en el comportamiento de los conductores, especialmente en un contexto donde el uso del transporte personal ha aumentado tras la pandemia. La posibilidad de que las multas se conviertan en una carga económica adicional también puede ser un tema crítico para muchas familias.

Contexto e Implicaciones Futuras

Adicionalmente, el tema del eco-transporte se combina con las iniciativas por mejorar el uso de bicicletas en Vicente López, donde se implementaron nuevos carriles específicamente para ciclistas. Esta acción es parte de un esfuerzo mayor por fomentar medios de transporte menos contaminantes y promover hábitos más saludables entre los ciudadanos. La respuesta de la municipalidad ante el fenómeno de la pandemia, que impulsó un cambio hacia el uso de bicicletas, es valiosa en el marco de una movilidad urbana sostenible.

Preguntas Abiertas

  1. ¿Pueden los aumentos constantes en las multas y el incremento de controles dar pie a un cambio cultural en la forma en que los automovilistas ven la seguridad vial?
  2. ¿Cómo se puede medir la efectividad de estos controles en términos de reducción de accidentes a largo plazo?
  3. ¿Sería beneficioso establecer campañas de concientización paralelas que informen a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad en lugar de enfocarse exclusivamente en penalizaciones?

Estas líneas de investigación sugieren un camino hacia un enfoque más holístico de la seguridad vial, donde la educación y la prevención juegan un rol tan crucial como la sanción.