Aumento de Infracciones por Exceso de Velocidad en la Panamericana y el Acceso Oeste: Un Nuevo Capítulo en la Seguridad Vial

Desde la implementación de un nuevo sistema de control de velocidad a finales de 2022, las autopistas Panamericana y Acceso Oeste han reportado un alarmante promedio de 2,500 infracciones diarias, lo que equivale a aproximadamente 100 por hora. Entre el 29 de diciembre y el 30 de enero, se contabilizaron 77,520 violaciones a los límites de velocidad estipulados, según datos proporcionados por el Ministerio de Transporte de Argentina.

Este operativo está bajo la supervisión de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que opera en colaboración con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, dado que estas rutas se encuentran en su jurisdicción. Aunque desde 2015 existían ocho radares fijos operativos en la Panamericana, estos solo han comenzado a emitir sanciones recientemente. Para abordar la situación, se planea la incorporación de diez nuevos radares móviles, los cuales entrarán en funcionamiento por primera vez en el Acceso Oeste.

Con 700,000 vehículos transitando diariamente la Panamericana, este fenómeno de infracciones ha revelado un patrón preocupante. Durante el periodo de enero, se reportaron vehículos que excedieron los 180 kilómetros por hora, siendo las áreas de Pilar y Exaltación de la Cruz dos de los puntos críticos en términos de exceso de velocidad. En el Acceso Oeste, los municipios donde se registraron más sanciones incluyen Moreno, Ituzaingó y General Rodríguez.

Además, se anticipa que se instalarán nuevos dispositivos en los puentes que cruzan ambas autopistas. Las sanciones por exceder los límites de velocidad oscilan entre $7,823.16 (124 Unidades Fijas) y $63,090 (1,000 Unidades Fijas), con un aumento reciente del 17% en el valor de la Unidad Fija.

Nuevos Ángulos

La implementación de estos radares y el aumento de infracciones representan un cambio significativo en la forma en que se aborda la seguridad vial en Argentina. Este tipo de monitoreo podría dar lugar a una disminución en los accidentes de tráfico, pero también abre un debate sobre la efectividad de estas medidas para cambiar el comportamiento del conductor. Si las multas no son suficientemente disuasorias, podría ser necesario contemplar alternativas, como campañas de concienciación sobre la importancia de cumplir con los límites de velocidad.

Preguntas Abiertas

Este escenario plantea preguntas importantes: ¿Los conductores están conscientes de los límites de velocidad y las posiciones de los radares nuevos? ¿Qué medidas adicionales podrían tomarse para garantizar que los infractores no solo sean multados, sino también educados sobre la seguridad vial? Además, ¿existen discrepancias en la aplicación de sanciones entre los diferentes municipios, dado que cada uno puede tener sus propias políticas de tránsito?

Contexto Histórico

Históricamente, el sistema de monitoreo de velocidad en Argentina ha enfrentado múltiples desafíos, desde la falta de coordinación entre las jurisdicciones hasta el escaso cumplimiento de las normas de tránsito. A medida que el país evoluciona en su capacidad para controlar la velocidad en las carreteras, se hace imperativo observar cómo estas medidas afectan la siniestralidad y la percepción de seguridad entre los conductores.

En conclusión, el futuro de la seguridad vial en las autopistas argentinas puede depender de la aceptación pública de estas nuevas normas y dispositivos de control. La combinación de tecnología y educación podría ser la clave para una conducción más segura en las carreteras del país.