El reciente fin de semana largo por Carnaval en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores fue marcado por un considerable aumento en el tráfico de regreso desde la Costa Atlántica. Este martes por la tarde, los automovilistas enfrentaron importantes retrasos que llegaron a alcanzar hasta tres horas en ciertos tramos, como el que conecta Dolores y Castelli a lo largo de la Autovía 2. En paralelo, se reportaron demoras similares en la Ruta 11, que une General Lavalle y General Conesa.
Las autoridades viales habían previsto un incremento significativo en el tránsito, dado el nivel de ocupación hotelera que rondó entre el 80% y el 95% en las localidades turísticas más solicitadas. A pesar de la dificultad en el regreso, la situación en la Autopista Buenos Aires-La Plata se normalizó, ofreciendo algo de alivio a los viajeros tras dejar atrás los peajes. En horas pico, se registraron más de 2,300 vehículos atravesando el peaje de Samborombón, lo que sugiere un intenso flujo vehicular durante todo el día.
La congestión fue evidente desde el inicio del lunes, especialmente con el embotellamiento en la intersección de la Ruta 2 y la 63, que sirve como ruta de entrada desde Mar del Plata y otras localidades costeras. A medida que los vehículos se acercaban a la zona del Gran Buenos Aires, las demoras se intensificaron. En respuesta, las autoridades aplicaron controles adicionales en los puntos de mayor tráfico para gestionar la situación.
Varios usuarios de las redes sociales expresaron su frustración, especialmente hacia los denominados “banquineros”, conductores que violan las normas y transitan por la banquina para intentar acortar su travesía. La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) respondió a estas infracciones mediante el uso de drones, logrando identificar y sancionar a alrededor de 50 conductores que incurrieron en esta peligrosa práctica.
Este fin de semana no solo representó un desafío en términos de tráfico, sino que también marcó un hito en turismo nacional. Los funcionarios locales resaltaron el éxito de la temporada, con reservas que alcanzaron niveles récord en destinos desde la costa hasta la Patagonia.
Nuevas Perspectivas y Contexto:
El colapso de tráfico en rutas clave durante fines de semana largos pone de relieve la necesidad de mejorar la infraestructura vial y los sistemas de transporte en Argentina, un país cuya geografía extensa a menudo genera cuellos de botella en los desplazamientos turísticos. La combinación de un alto volumen de viajeros y la escasa capacidad de las rutas puede resultar en experiencias frustrantes, lo que a la larga podría afectar la percepción del turismo argentino. Además, se puede analizar cómo la evolución del turismo post-pandemia ha cambiado los patrones de viaje, generando una mayor afluencia en estos períodos críticos.
Preguntas Abiertas para Investigar:
- ¿Qué medidas adicionales se podrían implementar para mejorar la infraestructura vial en los días de alta demanda turística?
- ¿Cuál es el impacto a largo plazo de la congestión de tráfico en la economía local de las regiones turísticas?
- ¿Existen otros países que hayan implementado estrategias exitosas para gestionar el tráfico en temporadas altas?
Este fin de semana largo, marcado por un notable aumento en el turismo y los consiguientes inconvenientes del tráfico, actúa como un microcosmos de los retos que enfrenta el sector turístico en Argentina, sugiriendo que una revisión de políticas de infraestructura y seguridad vial podría ser necesaria para facilitar un regreso más fluido para los turistas en el futuro.